1.- He
escogido una política pública del ámbito de la Seguridad Social que ha sido
elaborada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones
(Secretaria de Estado de la Seguridad Social y Pensiones), que entra en vigor
para aquellos nacimientos ocurridos a partir del 1 de enero de 2021: Ampliación
del permiso por nacimiento y cuidado de un menor (antiguo permiso de paternidad) a 16 semanas cobrando el 100% de las
cotizaciones para los padres.
La
ampliación del permiso por nacimiento y cuidado de un menor (antiguo permiso de paternidad) fue
implantando por el Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para
garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en
el empleo y la ocupación, estableciendo en su Disposición Transitoria 13ª una
aplicación transitoria del artículo 48 del Estatuto de los Trabajadores,
estableciendo con efecto de 1/04/19 una ampliación del permiso de paternidad de
5 a 8 semanas de duración. Con efectos de 1/01/20, el permiso de paternidad se
ampliaba de 8 a 12 semanas, hasta el 1/01/21, que es la fecha en que el permiso
se ampliaba definitivamente de 12 a 16 semanas, equiparándolo al permiso de
maternidad vigente.
2.- En lo que se refiere a
los roles, la ampliación del permiso
por nacimiento y cuidado de un menor (antiguo
permiso de paternidad) equiparándolo al permiso que disfruta el otro
progenitor de 16 semanas busca rechazar estereotipos de desigualdad arcaicos como
que la mujer es quién tiene que cuidar a los hijos e intenta generar nuevos
roles igualitarios fomentando la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos.
En cuanto a los recursos, es cierto que el impacto
directo de los recursos económicos recaen sobre el hombre (que tiene el 100% de
la base reguladora durante el permiso de paternidad de 16 semanas), pero la
finalidad de esta política es promover una redistribución de los recursos del
tiempo, del ocio, del descanso, así como una distribución igualitaria en la
asunción plena de derechos y obligaciones de la crianza de un hijo entre
hombres y mujeres.
En relación a la representación y que papel juegan las
mujeres en esta política, aunque explícitamente no se hace ninguna referencia,
tal como ha dicho el Sr. Hector Casado en el evento dinamizado incluido en el
Módulo 4, la mayoría del personal al servicio de las administraciones públicas,
y en especial de la Administración General del Estado es femenino, con lo que
se tiene en cuenta en el diseño de una política pública, y en especial en la
política de personal. En este caso, en el ministerio en el que se desarrolla
esta política pública, el Ministro es el Sr. Escrivá y la Secretaria de Estado
de Seguridad Social y Pensiones es la Sra. Arroyo, por lo que dentro de la más
alta estructura de poder estarían representados en ella, hombres y mujeres.
3.- Según datos de la
Seguridad Social, se tramitaron 109.644 prestaciones por nacimiento y cuidado
de menor durante el primer trimestre de 2021. De ellas, 52.441 correspondieron
al primer progenitor, habitualmente la madre, y 57.203, al segundo progenitor. Esta
cifra, en comparación con el primer trimestre de 2020, es algo inferior, ya que
se tramitaron 114.538, de las que 55.404 correspondían al primer progenitor,
habitualmente las madres, y 59.134 al segundo progenitor. Aunque hay una
reducción en las cifras interanuales, sigue habiendo una mayor proporción de
hombres que solicitan el permiso por nacimiento y cuidado de un menor.
Así que, aunque todavía
es pronto para ver cómo se materializa esta política pública en la
corresponsabilidad, lo que sí pone de manifiesto es que el permiso por nacimiento y cuidado de un menor lo ejercen
indistintamente ambos progenitores, sin que el hecho de que lo pueda solicitar
un hombre sea mal visto por el empresario o incluso por la sociedad, por lo que
los beneficiarios de esta política pública son ambos progenitores, ya que ambos
pueden ejercer el rol de nuevos progenitores, en sus derechos y obligaciones,
sin mermas retributivas.
Creo
que a largo plazo, el impacto puede ser mayor ya que evitará que muchas madres
terminen abandonando su empleo o mermando sus opciones de promoción profesional
para dedicarse al cuidado de sus hijos y la presión social hará que los padres
que lo soliciten tampoco vean mermadas sus promociones profesionales.
4.- El punto fuerte del permiso por nacimiento y cuidado de un menor de 16
semanas para los padres hasta la equiparación del permiso de maternidad supone
claramente avanzar hacia la corresponsabilidad en la llevanza de la crianza de
los hijos, incluso con la lactancia, hasta alcanzar la igualdad real y efectiva
en la conciliación personal, laboral y familiar entre hombres y mujeres. De
esta manera, se da mayor protagonismo al rol paterno dentro del núcleo familiar
y se evita que la mujer se vea en la obligación de escoger entre trabajo y
familia.
Una
debilidad que veo en el permiso por
nacimiento y cuidado es que es un derecho individual y no puede transferirse,
con lo que no hay el margen de flexibilidad que deberían tener como núcleo
familiar, ya que si no haces uso del derecho se pierde, no lo puedes ceder al
otro progenitor, en caso de necesidad. También veo como debilidad, que los hombres puedan sentir el rechazo de los
empresarios o de alguna parte de la sociedad, si deciden acogerse al permiso.
